Reseña del poemario Amor y desamor, del socio Juan López Martínez, escrita por el socio Francisco Delgado-Iribarren y publicada en la revista cultural Proverso.
El
poeta Juan López Martínez no puede ser más preciso, claro y directo en su
prólogo: “¿Qué son nuestras vidas, sino experiencias de amor y desamor? ¿Y qué
es la poesía, sino la expresión de dichas experiencias, la transmisión de los
sentimientos que nos han provocado?” Su poemario, con el inequívoco título Amor
y desamor, viene a profundizar en esta tesis irrefutable.
Lo
primero que llama la atención del libro es su bello y cuidado diseño. Publicado
por Mestas Ediciones, dentro de su colección de Poesía Contemporánea, la
primera edición data de mayo de 2018, y la tercera de febrero de 2020. Cuenta
con 39 poemas, distribuidos en cinco capítulos:
¿Qué
es el amor? (7 poemas)
Experiencias
de amor (18)
El
amor por estaciones (5)
De
Zilina a Bratislava (2)
Epílogo
(7)
La
obra está organizada, pues, con solidez estructural y con una encomiable unidad
temática. Las seis ilustraciones del prestigioso Ricardo de Lózar (para la
portada y para cada uno de los bloques) hacen un perfecto maridaje con el
texto, embelleciendo aún más el libro.
La
obra corresponde a un poeta maduro, experimentado, pero no por ello menos
apasionado. Juan López Martínez atesora una larga y rica trayectoria vital,
profesional y literaria, con más de doce libros publicados, y eso se nota. Es Inspector
Central de Educación del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, ha sido
Subdirector General de Ordenación Académica, dirigió la revista pedagógica Nuestra
Escuela y ha recibido altos reconocimientos y distinciones.
Con
valentía y honestidad, con claridad y precisión, buscando siempre la palabra
justa, López Martínez se va adentrando en los misteriosos pliegues y repliegues
del amor. Lo hace con un ritmo trepidante, utilizando versos cortos y
prescindiendo de las comas, incluso de los puntos dentro de cada estrofa. Así,
cada estrofa te atrapa el aliento desde el principio hasta el final. Este ritmo
recuerda al pulso acelerado del corazón enamorado, incluso al frenesí del acto
amoroso.
Los
versos presentan una amplia variedad métrica, entre dos y doce sílabas. La rima
aparece solo ocasionalmente, en modo asonante o consonante. Como muestra, el
aldabonazo inaugural del libro:
El
amor nos inventa
y
nos anula.
Ya
no soy yo
ya
no me pertenezco
y
tú dejaste de ser tuya.
El
poeta desgrana el rico abanico de sentimientos que producen el amor y el
desamor, con un estilo apasionado, sugerente, profundo, vibrante, implacable.
El autor no se arredra ante nada, ni ante los placeres eróticos que el amor nos
regala, ni ante los dolores del alma con que el desamor nos aflige. Sin
remilgos ni edulcorantes. Así, el amor puede ser don, regalo de la Providencia,
verdad abrasadora, ilusión sin más o condena. El amor, cielo desmelenado,
da sentido a la vida, es lo más importante de la vida, lo esencial, lo que no
puede faltar.
Morir
y revivir
eso
es amar
*
querer
ser tú y el otro
imposible
reposo
El
amor impregna todas las dimensiones de la vida y del universo, y por eso en
este poemario aparece asociado a los cuatro elementos de la naturaleza y a las
cuatro estaciones. El amor también se muestra presente en las situaciones
cotidianas: en los paseos, en los atardeceres, en la comida y en la bebida, en
los viajes de trabajo. Es destacable que, en Zilina o en Bratislava,
participando en cursos o seminarios, lo más importante, lo que canta el poeta,
sigue siendo el amor.
En
el epílogo se encuentran algunos de los poemas más bellos, lúcidos y profundos,
como No pudo ser o Sobreviviré, que tratan de la pérdida del
amor, del duelo. Y el último poema, Abandonado, es un broche
inmejorable, pues incluye en la obra la singularidad, la maravilla y la proeza
del amor divino, del Amor con mayúsculas…
Porque
el Amor
solo
puede amar
sin
más.
Esa
es su esencia
y
su sentido.
En
este poema místico, teológico, descarnado, con Jesús muriendo en la Cruz (por su
amor y por nuestro desamor), lamentando el abandono del Padre, Juan López
Martínez nos abre una puerta a la dimensión espiritual del amor de Dios.
Francisco
Delgado-Iribarren Cruz
Madrid, 17. III. 2023.